CCXP 16: A solas con Frank Quitely

Comic Con Experience es una convención brasileña de comics, películas y series que fue creciendo exponencialmente año tras año. Dentro de esos invitados se encontraban también grandes artistas de renombre del comic como Eduardo Risso, Brian Azzarello, Frank Miller, Bill Sienkiewicz y Simon Bisley. Pero es a uno de ellos a quién buscaba particularmente.

Me acerqué a la extensa fila que se había formado delante de él. Pensé que ya debía estar exhausto en el segundo día de convención, pero se lo veía amable y muy alegre de que todos sus fans estuvieran ahí para charlar unos minutos con él. Él es Vincent Deighan, un dibujante escocés que ha llegado al panteón de los comics gracias a obras como Flex Mentallo, All Star Superman, New X-Men y The Authority. Tal vez lo reconozcan menos por su nombre real y más por su seudónimo: Frank Quitely. A continuación, la charla que pudimos tener con él en la CCXP edición 2016.


¿Cuándo y por qué supiste que querías hacer comics?

Pensaba en dibujar comics desde que era chico, además de querer dibujar posters, tapas de discos e ilustraciones de libros infantiles. Después de terminar la secundaria fui a la Escuela de Arte de Glasgow y después de eso, me contactaron de una editorial de comics under. Me pidieron que haga una página para ellos y ahí fue cuando me dí cuenta que disfrutaba más hacer historietas que leerlas. Los que trabajaban en la comiquería local me decían que mande muestras a otras editoriales pero con dibujos más “serios”, algo como Judge Dredd o Batman, porque yo hacía todas caricaturas. Algunas editoriales me contestaron, otras no. Pero fue el editor de una revista de Judge Dredd el que se contactó conmigo y me envió un guión de prueba. El editor era David Bishop y era una línea mucho más violenta y sangrienta que 2000 AD. Esa fue mi primera vez trabajando con el guión de otra persona y yo pensaba “¡Es tan fácil! Ni siquiera me tengo que sentar a pensar en una estúpida historia!”.

¿Qué artistas te inspiraron a hacer historietas?

Cuando era chico, había un artista escocés llamado Dudley Watkins que trabajaba en una tira para diarios. Era algo así como Little Nemo de Winsor McCaig, sólo que en blanco y negro. Él era mi favorito de niño. Años después ví algo del Conan de John Buscema, un poco de Kirby y Ditko, pero no muy frecuentemente porque no tenía muchos comics. De adolescente empecé a leer la revista MAD y mis favoritos eran Jack Davis y Mort Drucker. Cuando comencé a trabajar en los comics under, los chicos de ahí se sorprendían que no hubiera leído muchas historietas, así que en un par de meses me mostraron Akira, Elektra: Assassin, Watchmen, más comics de Frank Miller, Mike Mignola, Geof Darrow y todos esos tipos. ¡No podía creer lo buenas que eran esas cosas! Y a pesar de que todos los que nombré eran muy diferentes a mi estilo, fueron ellos quienes realmente me inspiraron a intentar crear comics más serios que el trabajo que venía haciendo.

¿Cuál es la parte más difícil de una colaboración y cuál es la más fácil?

Probablemente la parte más difícil es trabajar con un guionista que no entiende mucho lo que hace, porque eso te lleva a pasar mucho tiempo tratando de ordenar las secuencias para que tengan sentido. Creo que la parte que más disfruto de las colaboraciones es al comienzo, cuando empezas a hablar sobre el proyecto y lo que se tiene en mente. Comenzas a hacer bocetos de diseños de personajes y nos juntamos con el guionista para saber si estamos en la misma página. Y, claro, cuando todo eso termina, estas como “¡Argh! ¡Lo terminé! ¡Genial!”. El “durante” es siempre la parte más difícil, sea una historia corta o una serie. Es como envejecer y tener la crisis de los 40 a mitad de la vida (risas).

Llegó un día donde cruzaste caminos con Grant Morrison. ¿Cómo llegó a suceder ese encuentro?

Glasgow es una ciudad pequeña y ambos vivimos ahí. Y por supuesto, la escena de los comics también es pequeña, todos nos conocemos entre todos. Lo ví a Grant varias veces, ya que todos los artistas y guionistas nos encontrábamos en un pub para tomar algo. Él siempre me decía que le gustaban mis tiras. Pero yo no podía decirle lo mismo porque a pesar de que Grant tenía una gran reputación ¡nunca había leído nada de él! Empecé a trabajar para la revista de Judge Dredd y… yo no lo sabía entonces, pero Grant me estaba vigilando hasta que llegase el momento en que me volviera lo suficientemente bueno. Así fue como luego de un tiempo nos volvimos a cruzar y me preguntó si quería trabajar en un nuevo proyecto que él estaba creando: Flex Mentallo en Vertigo. “¡Claro!” le dije, pensando que esa era mi chance de trabajar para el mercado norteamericano. Y hasta ese entonces, todavía no había leído nada escrito por él (risas). Pero apenas me envió el primer guión, supe que quería seguir trabajando con él cuánto más veces pudiera.

En el último tiempo has estado trabajando con Mark Millar. ¿Podríamos decir que tus mejores proyectos han sido con escoceses?

¡Podes decirlo si queres! No soy yo quién debe decirlo pero vos sí podes decirlo (risas). Me encontré con Mark justo después que estuve con Grant, ellos eran amigos. Aún mantengo contacto con ambos, estaría muy feliz de volver a colaborar con ellos porque siempre trabajamos muy bien.

¿Sentís que otros tipos de medios como la TV, las series de Netflix o las películas son una amenaza al formato del comic?

No, no creo que sean una amenaza. Creo que la gente que disfruta del comic, sea papel o digital, va a seguir leyéndolo a pesar de que también vayan a ver las películas de superhéroes. Hay mucha gente que le gustan esas películas pero no intenta leer comics. Son dos cosas diferentes que funcionan de maneras distintas. La manera de contar la historia en una historieta no es la misma que en un film. Así que no, no pienso que sean una amenaza.

Comparado al momento cuando empezaste, ¿en qué maneras cambió el medio de los comics y su escena?

El cambio más importante que noté es que, actualmente, desde el momento que comencé– que fue en 1989 con el trabajo under y en los 90 con trabajo profesional– veo cada vez más gente creando su propio contenido, dueños de sus propios personajes. Si miras a Image Comics, te das cuenta la diferencia: antes sólo era Marvel o DC y ahora mucha gente está interesada en crear su propia historieta, tener un stand en el pabellón de artistas de una convención y encontrar su propia audiencia que aprecie lo que hacen. Creo que hay mucha más variedad en comics en la actualidad.

¿Y en qué maneras cambiaste como artista?

Supongo que cuando apenas empezaba, no sabía mucho sobre narrativa visual. El día de hoy tenes más libros educativos sobre eso que cuando era más joven, como los de Will Eisner o Scott McCloud. Existen una gran cantidad de libros de los cuales podes aprender, cuando yo lo que hacía era sólo dejarme llevar. Hasta que llegué a DC y trabajé con un editor de allí llamado Dan Raspler, para JLA: Earth 2 de Grant Morrison. Dan estaba tan preocupado de lo malo que era que — y esto fue bastante antes que la internet — me hacía enviarle un fax con mis bocetos de las páginas, para que él pudiera chequearlas antes de que yo empiece a dibujar. Eso realmente me obligó a pensar en la narrativa. Lo malo de eso fue que desde entonces estoy obsesionado con la narrativa y paso cada vez más tiempo armando las miniaturas desde el guión para resolver mejor las secuencias. Creo que al pasar de los años, mis dibujos se volvieron más simples y mi manera de narrarlas, más complejas.

¿Cuál es el mejor consejo que te dieron sobre comics?

Cuando apenas estaba empezando a mi carrera, en un club de comics en Glasgow conseguimos arreglar que viniera Will Eisner a visitarnos por una noche. Tomé mis dos mejores páginas con la intención de conseguir un consejo que fuera oro, que siempre pudiese usar. Eisner miró mis hojas y dijo “Son muy buenas. Pero a menos que haya una buena razón, intenta mantener el foco del panel en alguna parte cerca del centro del mismo” y luego me devolvió las páginas. “¡¿Qué?! ¿Mantener el foco en qué? Ese no es muy buen consejo” pensé (risas). Pero por supuesto no se lo dije, sólo le dí las gracias. Y desde entonces, a menos que tenga una buena razón, mantengo el foco del panel en alguna parte cerca del centro del mismo.

Para aquellos que están comenzando, mi propio consejo sería: aparte del de Eisner, hagan siempre su mejor trabajo, el mejor que puedan todo el tiempo, aún si es un guión muy malo. Quizás especialmente si el guión es pésimo, porque te volves mejor más rápido si trabajas duro. Pero también, si tienes un buen guión y sacas unas buenas páginas de él, la gente también lo nota. Siempre da lo mejor que tengas.

¿Qué te depara el futuro? ¿Ya tenés algún proyecto?

Realmente no sé qué me depara el futuro. Estoy a punto de terminar con Jupiter’s Legacy 2, ya hemos publicado cuatro de cinco revistas con Mark. Generalmente cuando estoy por finalizar un proyecto, tengo otra cosa ya esperándome pero esta vez no. Probablemente trabaje con Grant de nuevo, muy pronto. Probablemente arregle algo con Mark para que trabajemos juntos. También hay varios guionistas con los cuales estoy entusiasmado de trabajar. Pero he escrito varias historias que me gustaría dibujar para mí mismo, así que probablemente haga eso pronto. Ya lo veremos, en realidad no lo sé aún.

Vester

Si bien se declaró fan de Marvel desde que empezó a incursionar en este mundo, ahora expandió sus horizontes ampliamente. Está interesado en la nueva generación de fanzines, los comics de Image y la obra de Jack Kirby. Grant Morrison es su santo de devoción y los huevos revueltos su mejor comida.

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